Tras una agradable conversación con un compañero al que aprecio y respeto mucho me hizo reflexionar con la siguiente afirmación: «el activo más importante del abogado son sus clientes»
Tiene toda la razón, pero para llegar a ellos antes tenemos que trabajar nuestra marca personal, aquello que nos hace únicos y nos diferencia de nuestra competencia.
¿Cuál es tú valor añadido? Disfruta pensándolo.